Se suele decir que cuando las personas escriben algo de ti, te lo puedes tomar de dos maneras a buenas o a malas. Pues en este caso y cómo podréis leer a continuación yo me lo tomé a buenas y me quedé impresionado de tal forma que me ruboricé.
Nunca pensé que haría sentir a una persona así, pero como le digo ahora, y todo esto lo has sentido trabajando conmigo online, y haciendo solo una cosa que mucha gente que ha trabajado conmigo ya ha hecho, el depositar su confianza en mi.
«ESTO ES GENIAL, PERO A LA VEZ ME DOY CUENTA DE MI PROPUESTA DE VALOR»
Creo que lo que vais a leer, a continuación solo os puede hacer ver, exactamente lo mismo que he leído yo, no me doy cuenta de como lo hago pero creo que es algo que por más que me copien o intenten imitar lo que hago, como me dice la protagonista, solo hay un Miki Rapado y eso no se puede copiar.
GRACIAS POR ESCRIBIR LAS COSAS TAN IMPRESIONANTES SOBRE TU EXPERIENCIA CONMIGO
Os dejo la segunda parte de lo que este jugador, describió de su experiencia ante una sensación horrible y que alguno que juega también a golf habrá sentido…
«Su RELATO sigue así… no te lio más y te dejo leer:
Aquí llega EL DURANTE… la próxima ya sabes cómo se llamará, ¿no?
Ahora me toca contarte el proceso, ese cambio de mentalidad, la aceptación de que algo iba mal, la… no sé cómo llamarlo, pero bueno, podría decirse que esta parte de la serie es una transformación absoluta porque tuve que digerir muchas cosas, demasiadas diría yo, pero lo más importante para mí fue que conocí a un profesional fantástico y que se desvive por la construcción de los palos de golf a medida; los custom clubs en toda regla. En definitiva, he descubierto un mundo totalmente nuevo para mí.
Esta parte comienza con: ¿cómo contacté con Miki Rapado? Pues mira, debo decirte que ya llevaba siguiendo su trabajo desde hace bastante tiempo por redes sociales y, todo lo que veía, esos trabajos y acabados tan fantásticos en sus creaciones, me encantaban. De hecho, de vez en cuando le seguía la pista porque es un gran amigo de mi profesor de golf (¡tampoco te olvides de su nombre, Fabián Lozano!) y ambos se complementan estupendamente bien. Me siento muy afortunada de tenerlos, que sean mis amigos y que me apoyen
Sin embargo, la primera vez que hablé con Miki, quizás no fue la forma en que yo hubiese deseado que fuera porque no era para hacerme un fitting con él por primera vez (¡ojalá!), sino porque ya me podía el cansancio y necesitaba una segunda opinión. Nunca me olvidaré de esas pequeñas preguntas para “tantear el terreno” sobre swingweight, plomo y distribución de pesos. Ahora soy como Russell Crowe en ‘Master and Commander’, un capitán de la armada enviado para controlar la fragata “Surprise” (creo que esta gracia sólo la vamos a entender pocas personas).
Quería y necesitaba hablar con él (lo hice tarde de hecho), por lo que directamente me vi en la obligación de tomar la decisión de escribirle. Y no creas que fue sencillo porque a mí no me gusta sentir que desconfío de terceros, pero tampoco me gusta tener la sensación de que me ahogo en un vaso de agua por no poder hablar como quisiera o sentir que, en ciertos momentos, no se me ha escuchado. Por tanto, como tenía buenas referencias suyas y sabía que iba a obtener información de calidad, le contacté.
«Una decisión para toda la vida»
Tal fue mi sorpresa, que con toda la información que me dio en ese momento, sentí que estaba hablando con un amigo de toda la vida. De verdad. Hablaba de fitting/clubmaking de una forma tan pura y didáctica, que apetecía seguir escuchándole para aprender y empaparse de información; por momentos parece que sabes y todo. Me sentía genial contrastando opiniones y leyéndole, y claro, el tiempo dio la razón, así que las cosas no iban tan desencaminadas como parecían en un principio.
Ya te comenté en el artículo anterior que mi golf va mucho por feelings y ese “algo” que no iba bien, al final se confirmó rotundamente. Miki también sabía que algo no iba bien, sabía que había un jugador con problemas y le quiso escuchar. Y así fue que mis palabras o preguntas curiosas (o quizás no tan curiosas), por sí solas dejaron entrever que yo estaba mal.
Cuando concluimos que algo no iba bien y, peor aún, cuando él me lo confirmó tanto técnica como gráficamente, pues me vine abajo. Pero me vine abajo no por lo que vi, sino por el hecho de: pensar en todo lo que me frustré; la pérdida infinita de tiempo; todos los entrenos fallidos; el saber que al final mis palos sí estaban mal y que ese “algo” que estaba dentro, efectivamente, estaba; ver que me habían dicho A y en realidad era B; y, además de muchas otras cosas, pues recordar todo lo que lloré porque mi juego se había perdido, mi swing estaba diferente y porque ya no sabía más dónde buscar para poder recuperar la felicidad que me proporcionaba el golf.
Pero también gané.
Gané la confianza de Miki Rapado; gané porque al final el tiempo nos dio a todos la razón; gané porque él acertó desde el minuto cero; gané en reafirmarme que tengo gente que me rodea con mucha calidad humana y que creían en mí; gané porque ese tiempo no fue tiempo perdido, fue un proceso de aprendizaje total y de perseverancia. Pero también de paciencia, de mucha paciencia…
¿Al final? GANAMOS TODOS.
«Miki lo sabía, Fabián lo sabía y yo lo sabía»
Aprendí mucho. Aprendí pequeñas minucias del fitting y clubmaking que no se podrían haber aprendido con mejor maestro que con él. Mi golf pasó por una etapa (la cual para nada te recomiendo) de mil y una sensaciones, o más incluso, pero todo eso tenía un fin: ayudarme.
Exacto, ayudarme.
Eso fue lo que hizo Miki desde el primer momento en que supo que las piezas del puzzle no encajaban. Por eso le tengo tanto aprecio, porque no sólo me ayudó a salir de ese bucle de apatía y desconfianza con el golf, sino que me ayudó a recobrar todo lo que había trabajado con Fabián durante este tiempo y, poco a poco, mis entrenos iban recobrando sentido. La firma que mi profesor había dejado en mi swing había vuelto para quedarse.
Eso sí, indirectamente hice un trabajo de artesano que no veas. Yo creo que me he sacado un título online de nivel 1, no sabes lo que se puede aprender con él.
Esa caja de cartón color “azul Mizuno… cuánto lleva recorrido y cuánto le queda por navegar, ¿verdad? Pero ahora sí, ahora llegamos a buen puerto.
Aquí no me voy a extender mucho más, porque “no da pa’ más” (en realidad sí lo da, el proceso estuvo cargado de emociones, pero tampoco te voy a soltar otro panegírico, que con lo de hasta ahora… ya es suficiente). Lo próximo es contarte ‘El Después’, y va a ser la mejor parte de todas, pero ya te adelanto que todavía queda tiempo hasta que la publique… mientras tanto hay que recordarse a uno mismo que:
Allá donde vayas con tu esfuerzo y trabajo, ten siempre paciencia. Los resultados son fruto de toda tu perseverancia y lucha por conseguir tus metas; los objetivos llegarán.
Solo decirte que si te ha gustado tanto como a mi solo tienes que hacer una cosa deja de pensar en golf y busca ayuda. Y si buscas sentimiento no hay nada más que sacar tus propias conclusiones. Y deja que tu GOLF PASE A OTRO NIVEL.
CONTINUARÁ….
M.V.F
Llegará ese DESPUÉS
Great post